¿Te cuesta decir "no"?
No sé si te pasó alguna vez de decir “si” cuando querías decir que “no”, o de quedarte callada y que el otro interprete con tu silencio un “si” cuando querías decir “no”… a mi si!
Me costaba mucho decir "no" y te voy a compartir mis creencias de por qué no lo decía…
- Temía que el otro se enoje con mi “no”…
- Temía que el otro se angustie con mi “no”…
- Temía molestar al otro con mi “no”….
- Temía ser mala mala onda por decir “no”….
- Temía ser mala hija, mala amiga o mala hermana por decir “no”….
- Temía perderme programas por decir “no”….
- Temía ser egoísta…
- Temía, temía, temía….
¿Qué me pasó?
Empecé a sentirme incómoda conmigo….. algo no me cerraba…. sentía como un vacío dificil de explicar, aunque si te pasó, seguramente me entiendas….
Con el diario del lunes, ya sé lo que me pasaba. Cuando no decía mi “no”, no aparecía en este mundo, no me mostraba auténtica, no me daba a conocer como era realmente…. y mi bendito cuerpo, que es tan sabio, me lo hacía saber con un gusto amargo que al principio pasaba desapercibido, hasta que se hizo más fuerte y me llevó a hacer algo distinto…..
«Listo, quiero aprender a decir que no….. ¿pero cómo hago?», pensé.
Aprender del “no” y conocerlo en su totalidad, me ayudó muchísimo. Hoy quiero compartirte 4 de los aprendizajes que tuve del “no” y que seguro te ayudarán a vos tb a amigarte con el y a respetarlo:
- El “no” es un limite y los limites no son malos per se. Un limite es amigable cuando protege y el “no” puede protegerte.
- Cuando le digo que “no” a una propuesta que me hace alguien, no le estoy diciendo que “no” a la persona, sino simplemente “no” a su propuesta. Ej: si una amiga te invita al cine y no tenes ganas o no podes ir (cualquiera de las dos válidos), le decis que no al programa, no le decis que no a tu amiga. La seguis queriendo, la seguis valorando, lo que no priorizarias es su propuesta, esta vez.
- Alineado a “esta vez”, es bueno saber que cuando decis que “no”, podes sumar una contra oferta. ¿Qué quiero decir con esto? Siguiendo con el ejemplo del cine con tu amiga, podes decirle “gracias amiga, hoy no, pero que tal mañana?” y ya tu amiga tendrá la opción de decirte si, no o proponerte otra fecha.
- El punto que más me ayudó y más me ayuda a decir mis “nos” es tener presente que siempre que decis “no”, también decis “si”. Entonces, ¿a qué le decis que “si” cuando decis “no”? Siguiendo con el ejemplo del cine, cuando le decis “no” al programa del cine de tu amiga, le decis “si” a tu otro programa o compromiso o le decis “si” a tus ganas de quedarte tranquila en casa….. lo ves??? ppfffff….. esto me liberó muchísimo!!! ¿Cómo lo escuchas? ¿Qué te parece?
Te invito a preguntarte qué “noes” no estas diciendo… y qué “síes” no estas diciendo por miedo a decir que no.
Si queres darle una vueltita más, te invito a hacer un ejercicio de escritura, terapéutica como todos: te invito a tomar un papel, escribir dos columnas, en una “no le estoy diciendo que no a…» y en la otra “no le estoy diciendo que si a…” y completarla.
Si te pasase lo del cine y temes decirle que no a tu amiga porque se enoje, en la columna del «no» completarias “no le estoy diciendo que no a ir al cine a mi amiga” (fijate que no dije “no le estoy diciendo que no a mi amiga”, porque no le dirias no a tu amiga, le dirias no a la propuesta de cine de tu amiga! acordate de este punto que es clave, sino sí que te va a costar decir “no”) y en la columna del «si» completarias “no le estoy diciendo que si a mis ganas de quedarme en casa tranquila”…….. luego, situación por situación, tendrás que elegir….. si decirle que si a la propuesta de cine de tu amiga o decirle si a tus ganas de quedarte tranquila en tu casa. ¿Cuál es válida? Las dos!!!….
OJO! no tiene nada que malo decirle “no” a tus ganas de quedarte en tu casa y priorizar a acompañar a tu amiga, si estas en paz con eso. El tema es cuando siempre te decis que no….. tu cuerpo se cansa y tarde o temprano te lo hace saber.
¿Qué te parece lo que te comparto?
Me encantaría conocer tu opinión 🙂 ¡Te leo en comentarios!